Segunda entrega de nuestros reportajes en Londres. Según nos comentaba la gente, habíamos dejado el listón bastante high en el primero realizado con Pix Pintxos Bar, ¿sería verdad?, o es de esas veces que preguntas a los más allegados, que tal y siempre dicen que muy bien, pero luego por detrás…!!barrabás!!, ya me entendéis…algo muy típico español, ¿eso en Islandia pasa?, como siempre se compara a España con ese tipo de países, Dinamarca, Finlandia…, que son tan buenos, ¿verdad?, ¿acaso ha ganado algún mundial esta gente?, yo prefiero que me critiquen por la espalda a lo español y llevar un mundial en esa misma espalda, a ser tan súper mega guays y tan fantásticos como en esos países, la verdad, ya me voy de vueltas escribiendo again, y encima siempre aparece el fútbol, ¡!!ahgggg!!!, ¿por donde iba?, decía que…
Está vez tocaba irnos al sur de Londres, allí nos esperaba Casa Diego bar de tapas. Fuimos hasta zona 3, metro de Balham, en la línea de metro Northern line, una de las más conocidas de la ciudad. El bar se encontraba en un barrio muy animado, que nos sorprendió, atrás quedan ya esas historias que decían que en Londres, todo lo que fuera vivir más abajo del río era zona de bandas de negros peligrosas, lo decían tal cual esas palabras, ¿eh?, no me lo invento no, podéis preguntar, ¿a quién?, pues…a alguno de aquellas bandas si lo encontráis, si no, al que lo sabe todo como siempre, a mi primo google.
Casa Diego está situado en una calle peatonal, concretamente en 9 Hildreth Street Mews, SW12 9RQ, es uno de esos lugares, cálidos, pequeños, un trozo de España en Londres, pero además con un rollito parecido a un chiringuito de playa, pero mejorado, con pequeños detalles en las paredes, nos llamó mucho la atención que justo arriba de la barra, casi en el techo, había un cable colgado de parte a parte de la pared con ropa tendida, quedaba muy gracioso.
Francisco, el propietario, proveniente de la Alpujarra española, como el mismo nos indicaba, explicó ante la cámara, que tal le estaba yendo y las expectativas de negocio en el futuro. Su negocio es tipo pop-up, sí el sonido qué hacen las palomitas al salir del cascarón, un negocio de ese tipo al parecer funciona por un tiempo limitado, previamente ya firmado y acordado, pasado ese tiempo, se debe dejar el negocio, y era lo que le sucedía a él, aunque ya estaba mirando más locales por la zona, o en todo caso moverse a otra, según nos decía en la entrevista, era una lástima no seguir, teniendo la clientela hecha ya.
Tenía una buena variedad de tapas, y entre ellas..!!tata tachan!!, las “patatas bravas”, a las que él le había puesto el nombre de “papas bravas”, algo muy del sur, del sur de España digo, no de Londres.
En un momento, nos cocinó unas bravicas muy buenas, las tenia pre-fritas ya un poco, con lo cual solo tuvo que darle un golpe de calor, esto es algo muy habitual es los bares, si no tardarían bastante en hacerlas y servirlas, mal para la espera, ¿no?, que los españoles tenemos menos paciencia qué…no entiendo como hay pescadores de caña en España, además rima, !!toma ya!!, qué se tiran horas y horas allí de pie a ver si pican, y nada… hijos míos, que Carrefour se inventó para eso, “lubinas” a 5 euros el kilo, !!y sentarse a casa a ver la tele!!, no es lo mismo, ¿verdad?, me lo imaginaba, es como jugar algún deporte o verlo…ya me he vuelto a liar, íbamos por…
”Las patatas bravas”, estaban cortadas en dados pequeños, casi iguales todos, bien hechas por dentro y bastante crujientes por fuera, expuestas luego en un plato pequeño, llenísimo, igual que los conciertos que da U2, es decir, hasta la bandera…
La salsa casera, como el nos relata, muy currada, a base de salsa de tomate, cebolla, pimentón, etc…y luego triturada para que no hagan grumos, lo mejor, la cantidad de salsa que pone, con eso se ganó mi corazón, ¿qué fácil soy, eh?, pero tengo que reconocer, que una de las cosas qué más me gusta, además de la cantidad de salsa que pongan, es que la salsa se sirva fría, para el contraste, patata caliente, que no arda ¿eh?, y la salsa fría o fresquita venga, que tú tengas que enfriar la patata metiéndola en la salsa, se me hace la boca wáter de pensarlo… !!viva las bravassss!!, !!y la salsa!!, !!y Manolete!!, !!y yo qué sé!!
En su conjunto muy bien montada la tapa, y seguro que triunfaba, de hecho era uno de sus platos estrella, y de los más demandados por la gente, tanto españoles como ingleses, Francisco, nos apuntó que sobre 20% de la clientela era española y el 80% inglesa, buen dato, tengo qué decir que no solo en Londres las patatas bravas son muy demandadas (en bares españoles), en España siempre se suele pedir como primera tapa o de picoteo, hace poco leí un estudio que decía que las patatas bravas era la tapa más solicitada en España, le seguían por detrás la ensaladilla y el morro, el morro que le echo yo al inventarme este estudio, que os lo habéis tragado enterito.
Total , que nos fuimos muy contentos de allí, y es que ir a un bar así en Londres, se agradece, porque te hace recordar tus tapitas y ese arte español, ¡!ole y ole!!, nos despedimos de Francisco, y quedamos con él en qué si cambiaba el bar de lugar, como así iba a ser seguramente, nos pondríamos en contacto, para deciros después la nueva ubicación de Casa Diego, porque tal vez se cambiaba de sitio, pero no de nombre.
Dicho esto, dirigimos nuestros pasos hacia otro lugar de Londres, para continuar con nuestro tercer reportaje bravero, ¿dónde?, pues… a un restaurante llamado “La Boquería”, como el mercado de Barcelona…, pero eso será otra historia, si no os la queréis perder, ya sabéis, estar atentos al siguiente capítulo de “Bravas en Londres”.
Aquí os dejamos nuestro famoso video, en el que podéis ver todo aquello que no podemos describiros con palabras, dicen que vale más una picture que a thousand palabras.
To be continued….