BAR TOMÁS
Cortadas en trozos irregulares en forma de rectángulo, largas, y bastante blandas, eso unido al allioli y aceite picante, hacen que se un placer para el paladar de cualquiera.
Un alioli potente, de los que te deja en la boca un saborcito durante unas horas, también lleva un aceite de pimentón picantillo, lo que se denomina en Barcelona una aliada (ajada), muy buena la mezcla.
2,55 euros, más barato imposible, uno de sus éxitos tal vez sea también el precio, la gente se las pide de dos en dos a veces.
Corazón del barrio de Sarria, no muy turístico, nada que ver con otros barrios más modernos de Barcelona.
Unas bravas que no te puedes perder, preguntes a quién preguntes, siempre te envían allí, como clásicas diríamos que las patatas bravas del Bar Tomás son las mejores de Barcelona, el precio inmejorable, recomendamos ir sí o sí, los camareros, o mejor dicho el dueño no es que sean muy simpáticos, parece incluso que le da igual serlo, ya que lo tiene lleno siempre haga lo que haga, como bravas buenísimas, como amable, cero, eso sí, entran en el TOP10 de Barcelona.